La virtuosa típica, ahora “sinfónica”, inició expresando, emocionada: “Ay Dios mío”, “Ay mi madre”, mientras tocaba su acordeón, acompañada de una orquesta de músicos clásicos y observando la gran asistencia de la gente del Cibao a la Gran Arena. Fue interrumpida de manera jocosa por “El Haitiano”, comediante santiaguero, que la sacó del escenario diciéndole que se montara en la “camiona”.

Se notaba agotada, pero al mismo tiempo le brotaba la felicidad por los poros. El Ballet Folclórico del Centro de la Cultura salió a escena. La homenajeada se dispuso a agradecer con emoción al público: “No tengo palabras para expresar lo agradecida que estoy con ustedes”. La primera en acompañarla fue La India Canela, quien denominó a la Mayimba: “La Madre de la música típica”, luego de interpretar el tema “Tengo un lío”. Seguido por El Prodigo, acompañado de El General Larguito y José el Calvo, quienes cantaron y bailaron un popurrí que incluyó “La mala maña” y “El diente de oro”.

Con sus largos rizos rubios y su maquillaje extravagante, Fefita se dispuso a cantar uno de sus temas. Posó para los fotógrafos como una modelo de revistas a quien le están haciendo una sesión.

El quinto en integrarse fue Wilman Peña. El Orfeón de Santiago cantó las canciones de Fefita. Enegildo Peña, viceministro de Cultura, le entregó un pergamino a la cantante por sus 45 aniversario en la música.

Leonardo Paniagua, Chicho Severino y Luis Segura también dijeron presente. Este último, muy enérgico, se apoderó del escenario y puso a todos de pie con sus conocidas bachatas “Pena” y “Corazón de acero”.

La Vieja Fefa salió a acompañar al rapero MCJ y a Raudy Torres con un atuendo bastante sexi, dejando ver su tatuaje, bailando “el baile del beeper”.

La diva apasionada, con una nueva vestimenta, roja de pies a cabeza, acompañó al maestro Memín, a la cantante típica María Díaz con “La Chiflera”.

“Estoy contigo, mamá, esta noche”, decía María Díaz mientras se abrazaban emocionadas.

Como siempre Fefa sorprendió a todos al desabrochar sus shorts y quedarse con un leotardo rojo elaborado. Después se puso un pareo para luego finalizar con una falda larga en conjunto.

Momento emotivo
Con su melena recogida, presentó a sus músicos dándoles las gracias. Ese momento fue memorable, luego que invitara, entre lágrimas, a su única hermana María Celeste, quien es, según ella, lo único que le queda.

“Esta es mi hermana mayor. Mi madre la parió a ella y me parió a mí, y soy tan mardita que no parió otra criatura en su vida”, decía abrazando a su hermana y mientras lloraba.

Un momento de espontaneidad de La Vieja Fefa fue cuando dijo: “Maestro: -¿Uté quiere vei como e¥que se toca eta vaina? Deme un segundito pa¥que uté vea cómo e¥que se toca eta vaina”, refiriéndose al maestro Ruddy Capellán, director musical del espectáculo.

AMOR EN TIEMPO DE LA VIEJA FEFA

No faltó el romance.
Un joven a la orilla de la tarima contemplaba a la artista, con pícaras miradas.

El novio de Fefita, quien dice que ninguna jovencita se compara con su Fefa, esperaba que ella lo tomara en cuenta.

Ni corta ni perezosa, se acercó a la orilla y besó a su Romeo, rápido pero igualmente se hizo notar.

Brillaron por su ausencia
Artistas que fueron anunciados para acompañar a La Vieja Fefa brillaron por su ausencia. Jovanny Polanco, El Jeffrey y Krisppy, el Grupo Braho y El Cieguito de Nagua, entre ellos.

Aún se desconocen las razones por las que dejaron plantada a la Mayimba, pero eso no impidió que ella se gozara su noche.