Casi fue así, solo que sus más allegados no lo complacieron en todo y expresaron su dolor al despedirle al mediodía de ayer en el Cementerio Nacional de la Máximo Gómez.

Algunos de sus más emblemáticos temas fueron cantados por María Antonieta Ronzino, Ricardo Tavera, Darwin Pimentel y Rubén Grullón.

En un emotivo y bonito acto, el silencio del camposanto fue interrumpido por el sonido de su obra, en las voces de importantes intérpretes desde antes de que la carroza fúnebre llegara con los restos mortales del destacado compositor, quien dejó este mundo el pasado viernes a la edad de 93 años.

“Aunque me cueste la vida”, “Melancolía”, “La gloria”, “Acuérdate de mí”, “El perdedor”, “Amor sin esperanza” y muchas otras románticas grabaciones autoría de Kalaf sonaron en un entierro al que faltaron muchos de los que se sirvieron de sus composiciones. Dueño de un inagotable talento para el arte de componer canciones, Luis Kalaff (Pimentel, provincia Duarte, 11 de octubre de 1916), con su obra, traspasó el tiempo y los géneros al ser grabados sus temas en tiempo de bolero, salsa, jazz, merengue y balada.

Dado el carácter solitario y privado de los que realizan su oficio, Kalaff vivió detrás de sus canciones, sin disfrutar de la vista pública que tienen sus obras.

Esto hace que, a pesar de que sus composiciones sean conocidas por el gran público y se realicen de ellas numerosas versiones, no sean reconocidos como merecen importantes artistas dominicanos como él.

Panegírico
De esto habló Manuel Mora Serrano, amigo del extinto artista, y quien tuvo el honor de realizar el panegírico.

“Nos hemos acostumbrado a perder lo excelente sin que se conmuevan nuestras entrañas”, expresó.

Abogado y novelista, Mora Serrano recordó, durante su alocución, a Billo Frómeta, Juan Lockward, Mario de Jesús y Bienvenido Brens, al momento de reclamar justos homenajes por sus méritos.