Un cáncer de páncreas, desde 2006, le deterioró su salud. “Tu amor vivirá para siempre en mi. Gracias papi. Te amo!!”, fueron las palabras con las que Giancarlo, su inseparable hijo, lo despidió.

Radhamés García Goico (en la foto), primo de Freddy, no pudo contener el llanto. “Se cayó una torre grande en este país”, expresó, mientras luchaba con las incesantes lágrimas en su rostro.

La secretaria de Freddy, a su lado, visiblemente apenada se limitó a decir, en voz baja pero firme: “Nos duele su partida”. Sus ojos detenían su mirada al retrato que reposa en una pared de la fundación.

La vida premió a Freddy Beras Goico. Por lo menos él se fue ayer creyendo eso: “Me ha dado una mujer maravillosa, unos hijos saludables que no me han fallado, nietos preciosos y que me adoran, amigos entrañables, he podido trabajar y desarrollar mi vida en lo que me gusta, no he sido hombre de vicios, he utilizado mis espacios para ayudar a sus hijos, he nacido en un país precioso, me ha dado el don de la risa y del llanto, he sido dueño de mis días, me ha enviado un cáncer para yo tener el privilegio de ser testimonio de su bondad y me ha protegido en los momentos más difíciles de mi vida. ¿Qué más puedo pedir Señor Jesús?. Sólo te pido que perdone mis pecados”. Así lo dijo en reciente entrevista.

Giancarlo dijo ayer que su padre tuvo conciencia de que iba a morir y pudo despedirse de toda su familia que viajó a Nueva York para estar con él.
“Estuvo consciente de que iba a morir. Ayer pasaron cosas maravillosos respondía a nosotros. A las oraciones”, manifestó.

Freddy, añadió, pudo despedirse de toda su familia que estaba junto a él en el momento final.

Su gran proyecto en la TV
Por nacer en época de abundancia (El Seibo, 21 de noviembre de 1940) sus padres le pusieron, a él y a sus cuatro hermanos, unos nombres larguísimos. El suyo: Freddy Rinaldo Antonio Beras Goico, el mismo que con el tiempo se convirtió en un gordo solidario, rostro habitual de la risa dominicana, el padre de la televisión moderna y un referente socio-cultural del país.

Nunca recordó el día exacto, pero fue en aquel caliente junio de 1959 cuando la casualidad lo llevó al frente de un micrófono, en el programa “Sufra las consecuencias”, un concurso de media hora que conducía Max Reynoso.

Ese día, Reynoso faltó al programa porque tenía otra asignación del canal y el director, Homero León Díaz, le dijo, recordaba Freddy años después: “Tú vas a hacer el programa”. A los doce minutos en el aire se despidió antes de tiempo.

Sin embargo, su presencia ya fue frecuente y décadas más tarde provocaba cambios revolucionarios en la televisión con propuestas de todo tipo: música, humor, concursos, cultura, política…

Camarógrafo, primero
“Yo ya había hecho un poco de teatro con Manuel María Miniño y estudiaba derecho en la universidad. Al entrar a Rahintel me hice camarógrafo con Yoyo Rodríguez”, contó.

Abandonar la universidad para quedarse en la televisión le originó encontronazos con su padre, Máximo Ramón Beras Rojas.

A partir de 1963 la carcajada cubrió su rostro de manera permanente cuando comenzó a hacer humor en el programa “La hora del moro”, que conducía Rafael Solano por Rahintel, donde compartió con Babín Echavarría, Max Reynoso y otros. Poco después Lamela Geier le produjo el espacio televisivo “Cosas de Freddy”.

Y siguieron muchos más en los que participó como protagonista: “Nosotros a las ocho”, “De noche”, “El show del mediodía”... hasta llegar a los suyos: “Punto final”, “Con Freddy y Milagros” y el último: “Con Freddy y punto”.

“El gordo de la semana” fue su mayor realización televisiva. En los 30 años que permaneció en el aire completó un ciclo nunca antes vivido en la pantalla chica local al conformar un programa de entretenimiento, de denuncia social y de ayuda solidaria.

Rompe esquemas
Desde el principio “El gordo de la semana” rompió esquemas: “Se estaba acostumbrado a la televisión diaria. Cuando yo rompo con el programa, pues la gente no se acostumbró al principio; hubo una inversión bastante fuerte, pero al año y algo que tuvimos que cerrar… Realmente no había respuesta de inversión económica.

Yo recuerdo que un cliente me dijo: Lo que pasa es que los domingos la gente se va para la playa, a esquiar, y para la montaña; y yo le dije: - Dígame, cuánta gente esquía y cuánta gente se va a la montaña, jeejejej… Él se ubicó en seguida y me dijo: - tú tienes razón…”. Y el tiempo se la dio. Los domingos pasaron a ser atractivos para el televidente, además de funcionar como negocio.

“El Gordo” duró 30 años
El 26 de enero de 2003 se cerró un ciclo televisivo importante en su vida y en la televisión dominicana al despedirse de su mejor crianza televisiva. (El espacio comenzó en Color Visión, pasó a Supercanal y terminó en Telecentro. A este último canal llegó a principios del 2001).

“Yo no sé qué me faltó por hacer en estos treinta años, creo que muy poca cosa”, fueron sus palabras respecto a su trabajo en “El gordo de la semana”, expresó en conversación con periodistas.

Entre las cosas importantes que guardó en su recuerdo fue en 1974 cuando logró una entrevista con el Papa Pablo Sexto.

“Me concedieron esa entrevista para una bendición especial para el país y lo grabamos a través de la RAI, que era la única autorizada a fi lmar. Llegamos a la Madre Teresa, que no permitió que fi lmáramos, pero sí recibió nuestra medalla de oro...”, recordó tiempo después.

Lo mejor de todo es que entregó su corazón y su trabajo al pueblo dominicano. Se dio cuenta de que solo la gracia de Dios “pudo haber actuado utilizándome”.

El candidato político que todos buscaban
La política siempre matizó su accionar en la televisión. Más de una vez llegó a vérsele como una figura presidenciable.

Cualquier partido daba la vida por su “sí, acepto”. A él nunca le interesó ningún puesto como funcionario.

Ni aquel más alto: el Partido de la Liberación Dominicana le ofreció la candidatura presidencial, reveló el propio Freddy Beras en diciembre de 1999.
“No es que no esté preparado. Creo que no es mi área. A mí me gusta ver la política desde lejos. En la política se sube con muchos compromisos, hay que transigir bastante y yo no tengo ese temperamento. Me faltaría el respeto a mí mismo”, afirmó a LISTÍN DIARIO.

La política dominicana tiene sus características: mucho oportunismo, muchos sinvergu¨enzas, pero también aparecen muchos serios y bien intencionados.
Era su pensar.

Que se cumplan las leyes era su constante rezar. ¿Usted se convertiría en un presidente diferente si sube, ¿pero sería una especie de dictador?, le preguntó este redactor en una de las entrevistas con este diario.

“ Sí, yo sería un dictador de la ley, aplicaría la ley sin miramientos. Si subo a la presidencia me gustaría subir con veinte pesos que tenga en los bolsillos, que nadie me dé cuartos para la campaña, para cuando suba ahí no tener compromisos con nadie”, manifestó en una entrevista sobre el tema.

Luego agregó: “Mira si es difícil que sea presidente, es utópico... Cuando esté allá arriba comienzo a averiguar quiénes no pagan impuestos... y después preso fulano, preso aquel... Cuando tú tranques cuatro o cinco todo el mundo respeta, paga sus impuestos, la luz, cumple la ley... yo sé que así no me van a dejar gobernar.

Por eso no voy a ser presidente porque yo creo que arreglaría el país en seis meses. Imagínate si no es una utopía, je, je, je... Me gusta la política, pero no creo que tenga el temperamento, me moriría de un pique en la silla”. Lo suyo siempre fue exponer sus ideas. “Por eso no me he involucrado en parcelas políticas.

Yo soy el dominicano que más lo han puesto en diferentes partidos políticos. Si atacaba al Reformista era porque era perredeísta, si atacaba al PRD era porque era peledeísta y luego era comunista, reaccionario... Ahora me dicen que soy peledeísta. Tengo la misma posición de siempre. En todos los gobiernos he elogiado las cosas importantes que se han hecho y he criticado las cosas mal hechas, le mando su viaje a quien tenga que mandárselo”.

Orígenes de rebeldía
Su actitud rebelde la cosechó desde su adolescencia cuando se vio involucrado en actividades subversivas contra la dictadura trujillista desde el “bunker” del edifi cio Baquero de la calle del Conde esquina Hostos.

Fruto del enfrentamiento de su familia con el dictador Rafael Leonidas Trujillo, el exilio lo sufrió en carne viva.

En Barranquilla, Colombia, llegó hasta lavar carros. Carlos Kalusi, de origen judío y que era dueño de media ciudad, le ofreció pagarle sus estudios y así cayó en Bogotá, en donde se formó como técnico en soldadura y montaje de serpentines de bebederos de agua y bancos de sangre.

“Pero la actividad que más me llenó de orgullo fue la de vender un periódico antitrujillista que se editaba en Caracas, Venezuela, y que llegaba a Barranquilla a través del consulado de ese país.

Con lo recaudado compraban, a los militares colombianos, fusiles que Trujillo había vendido al presidente Rojas Pinilla. El y su hermano adquirieron algunos para enviarlos a Venezuela.

Su hermano, Salvador, quien trabajaba con Shering Alemana y viajaba por el interior colombiano, se había hecho amigo de varios jefes guerrilleros, a quienes regalaba mucha medicina. Esto llegó a oídos de Marulanda, emblemático Comandante Tiro Fijo, quien nos protegía para mandar las armas por la frontera.

El inicio del viaje de regreso de Colombia a Santo Domingo comenzó el 30 de mayo de 1961. “No recuerdo haber tenido un momento de satisfacción y alegría tan grande. Me bajé del vehículo dando saltos y voceando a todo el mundo: mataron a Trujillo, coño, mataron a ese hijo de puta”.

SUFRE LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA DEL 1965
EN CÁRCEL: Su postura constitucionalista del bando de Francisco Alberto Caamaño lo llevó a la cárcel. Tras una paliza, minutos después, me dice el famoso general: -y ahora… estás con Caamaño? ”Ahora más que nunca, general, le respondí, procediéndome a dar una patada en la boca, que casi me desprende la mandíbula”.

CARRERA
Varios momentos importantes en la carrera artística y personal de Freddy Beras Goico desde que comenzó su labor de camarógrafo en Rahintel, hasta que la muerte lo acogió, ayer, en un hospital de Nueva York.

1986 EL SOBERANO La Asociación de Cronistas de Arte lo distinguió con el máximo galardón de los premios Casandra, El Soberano.

1959 RAHINTEL En este año (1959) sale al aire Rahintel y ahí se encontraba Freddy como camarógrafo. De ahí pasó por accidente a conducir el espacio de Max Reynoso.

1965 LA GUERRA Participó en la Guerra Civil del 1965, como parte de las fuerzas constitucionalistas de Francisco Alberto Caamaño.

1973 “EL GORDO...” El 26 de agosto del 1973 lanza el programa “El Gordo de la semana”, por Radio Televisión Dominicana.

1987 “PUNTO FINAL” Su proyecto televisivo más ambicioso, después de “El gordo de la semana”, fue “Punto final”, una escuela del entretenimiento.

1999 SUPERCANAL En este año salió rumbo a Supercanal, donde llevó su “Gordo de la semana” y condujo “Todos juntos”., al mediodía.

2008 BODA Uno de sus grandes momentos lo vivió en diciembre de 2008 cuando se casó por la Iglesia con Pilar Mejía.

TEMAS
COMPOSITOR
“El carbonero” La versatilidad de Freddy Beras llegó hasta la música. Como compositor musical “El carbonero”, grabado por Johnny Ventura y su Combo Showl. También fue pionero del rap en el país, al grabar el recordado “Margarita”. También grabó dos salsas con motivos sociales: “El barrio” y “José”.

GENTE
Cercanos
Freddy Beras fue un hombre con una inmensa capacidad de hacer amigos siempre reconoció públicamente la amistad de Frank Rainieri y sus Haydée de Rainieri, Nuria Piera, José Antonio Molina, Yadira Morel y Jochy Santos, entre otros. Alberto Cortez y Julio Iglesias también fueron amigos.

ELLOS
Comunicadores
El apoyo
El público sintió una unión bonita entre Yaqui Núñez y Freddy Beras.Fueron los pilares de El Show del Mediodía. Jatnna Tavárez fue otra comunicadora a la que estuvo muy unido, ya que le abrió las puertas en Punto Final. Anteriormente había acogido a Tania Baez y a su sobrina, Ivonne Beras. Con Milagros Germán hizo un programa.

AUTOR
Vivencias
Freddy fue autor de varios libros, entre ellos “El Libro de las Excusas”, “La Mulatona”, y “Juan de los Palotes”. Ganador de premios nacionales, entre ellos “El soberano”, máximo galardón de los premios Casandra, de Acroarte; “El Supremo de Plata”, El Gran Dorado”, “Ciudadano Ilustre”, “Joven Sobresaliente”.

DE ÉL
En publicidad
Imagen
La imagen de Freddy Beras Goico siempre proyecto seriedad y confiabilidad: Por eso fue la cara de muchos comerciales en República Dominicana, como Café Santo Domingo, Postopédico de la Reina, Fósforo Sol, pegamentos Coquí y cigarrillos Monte Carlo, agua Planeta Azul y Brahma.

OTROS
Comunicadores
Programa
Sus programas fueron plataforma para talentos, como Carlos Almánzar y Pamela Sued, quienes forman parte de su último espacio, “Con Freddy y punto”. También se cuentan María José González del Rey (Cuché), Licelot Núñez, Milton Coldero (Lechuga) y Karina Larrauri. Muchos jóvenes ven en él el sueño a seguir en los medios de comunicación.

Los países que lo acogieron
Fruto del enfrentamiento de su familia con el dictador Rafael Leonidas Trujillo, el exilio lo sufrió en carne viva. Colombia fue el primer país que lo acogió. Luego Brasil lo recibía en el gobierno de Juan Bosch (1963) para prepararlo en televisión.

También España fue otro de sus destinos. “Confi eso que me hubiera encantado vivir” en ese país europeo, escribió en su libro autobiográfi co “Parte de mí”.
En Puerto Rico adquirió otra experiencia de vida. Allí desarrolló su labor en la televisión y el teatro. En 1978 regresó a Santo Domingo para establecerse aquí de manera defi nitiva.

COLOMBIA
“En Colombia conocimos realmente la libertad y respiramos los aires de democracia que no conocíamos. Recuerdo que, al principio, hablamos en voz baja y vivíamos acechando si alguien nos escuchaba. En nuestro precario equipaje habíamos llevado el terror, la inseguridad y los abusos de una de las más feroces dictaduras” de América.

ESPAÑA
Tras salir de la cárcel en septiembre de 1965 se fue a España, donde su hermano Máximo, quien hacía una especialidad en siquiatría.
“Adoro ese país. Su gente y su comida son verdaderamente especiales...
En España pasé momentos imborrables”. Recordó las sesiones de música clásica en casa de su hermano.

PUERTO RICO
Su rechazo público al sistema de Joaquín Balaguer lo llevó a abandonar el país nuevamente, instalándose en Puerto Rico. “Allí fui recibido maravillosamente.
Trabajé en varios canales. Me presenté junto a Tres Patines y al Torito, José Miguel Agrelot, en el Teatro de Bellas Artes” de la vecina isla.