BEYONCE OTRA VEZ MUSICA DE CAMARA
0:24Cuando la mente se pone espesa a tan sólo dos días de que nos regalen toda una jornada para la reflexión (en serio, ¿todavía se lo van a pensar ustedes dos veces?) y apenas a tres de que nos encontremos con una papeleta de importancia, lo mejor, y a falta de otros recursos de mayor altura intelectual, es hacer como el cirujano Llamazares, echar mano del refranero, de los lugares comunes y de la sabiduría más o menos popular.
Aquí en mi tierra, supongo que en la suya será más o menos parecido, se acostumbra a decir que algo tendrá el agua cuando la bendicen. Pues eso, que algo tendrá el cine cuando son muy poquitos, pero que muy poquitos, los que dicen que no a meterse en la piel de otro delante de una cámara. Por un puñado de fotogramas los hay que cruzan océanos, otros prefieren hacer cursillos acelerados de inglés para no desentonar en Hollywood y (sobre todo) en sus fiestas, y otros, y otras, le cogen tanto el tranquillo, el gustillo y el gustirrinín que hasta dejan en la cuneta de su vida una carrera musical de éxito.
Como Beyoncé, una de las últimas princesas de ébano del pop mundial que sigue dispuesta a personarse en cuerpo y soul en tantos platós cinematográficos como se le pongan a mano, y a tiro de su voz y su presencia cálidamente sensuales. Ya han pasado un par de temporadas desde la edición del recopilatorio «Bday», y Beyoncé Giselle Knowles, de Houston, Texas, como la Nasa, donde tenían un problema, quiere seguir el camino que emprendió en 2002 con «Austin Powers» y que luego continuó con «La pantera rosa» y la reconocida «Dreamgirls», basada en la vida y milagros (musicales) de Diana Ross y las Supremes, uno de los más grandes grupos de la historia del pop.
Pues bien, Beyoncé regresa a la música de cámara, a una nueva película en la que el pop de finales de los cincuenta y primeros sesenta va a ser protagonista. Porque la cantante ya ha firmado para rodar junto a Adrien Brody «Cadillac Records», un filme basado en la vida de Leonard Chess, quien, junto a su hermano Phil, fundó el legendario sello discográfico Chess Records, de Chicago. El rodaje de la película está a punto de comenzar y se prevé que su estreno se produzca a finales de este verano. Y Beyoncé se ha guardado un papel a su medida, un sueño para cualquier joven cantante de sonidos negros, ya que va a interpretar a la inigualable Etta James, una de las artistas más populares, personales e intransferibles de la mencionada discográfica, y una mujer con una biografía con más dientes de sierra que el Ibex 35 cuando se pone tonto. Curiosamente, Chess Records era la competencia artística (había algo más que un pique) del sello Motown, de Detroit, en el que grababan las Supremes.
Pero ahí no acaba la pasión cinéfila de la bella cantante y compositora texana. Beyoncé aparca de nuevo la canción para interpretar «Obsessed», un thriller que, según una información de la revista «Variety», recogida por Otr, empezará a rodarse en verano. En ella, Beyoncé encarnará, bajo la dirección de Steve Shill, a la más que vistosa mujer de un hombre de negocios que se ve metido en unos cuantos apuros. Nunca es tarde si la dicha, cinematográfica, es buena.
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