Según la historia que cuenta esta destartalada comedia, Jimmy Monroe, interpretado por Bruce Willis, y Paul Hodges, encarnado por Tracy Morgan, son dos detectives de la policía de Nueva York y, como reza el título en español, son dos perfectos inútiles.

A medida que vamos viendo los detalles de este relato cinematográfico vamos comprendiendo que, en efecto, Monroe y Hodges con lo ya mencionado: dos perfectos inútiles.

Pero, en realidad, a nosotros, luego de 30 minutos viendo desfilar los más torpes intentos de hacer gracia envueltos en los elementos más imbéciles que puedan mencionarse como acciones de supuestos agentes de la ley, llegamos a la muy necesaria conclusión que no son Monroe y Hodges los inútiles, sino otros dos señores: Kevin Smith, quien funge como director del engendro, y Robby Mark Cullen, a quienes se atribuye la “creación” de la nefasta historieta que funge como guión.

Ustedes, que leen todos los sábados esta malhadada página que intenta definir ciertos aspectos cinematográficos de tantas y tan diversas películas que en esta ciudad propiedad de Fenatrano se estrenan, recordarán que tenemos mucho más de 50 años en estos afanes tan altamente decepcionantes. Ese detalle puede hacerles comprender que durante tantos y tantos años debemos haber visto no menos de dos o tres mil disparates desfilar por las pantallas de muy diversas salas de cine.

Pues bien, es casi seguro que no recordemos haber visto unos primeros veinte minutos tan deleznables como los de “Cop put” (claro, debemos exceptuar casi una docena de “films” dominicanos). Tanto en lo anecdótico como en los diálogos, hablar de tontería o disparate sería casi hacerles un favor tanto a los ya señalados “creadores” de este tornillo de cabecita como a sus despreciables intérpretes, que, con toda seguridad, de haber visto en la oscura complicidad y seguridad de sus respectivos hogares esta tan lamentable “inspiración”, deben haber jurado abandonar el cine o, por lo menos, lo que se ha dado en llamar Séptimo Arte”, algo que ni siquiera muy remotamente puede ser relacionado con esta basura indigna.

De todos modos, les puede servir para algo: páguenle la entrada a quienes les hayan ganado en las elecciones, será una justa venganza, aunque, con la categoría mental de casi todos los ganadores y perdedores es muy posible que hasta les guste esta mojiganga