...asesinados. Todos sabemos que eso es malo. O quizá no, porque esos padres torturaron a Michal durante sus primeros 10 años de vida.
Becker explica: “Lo interesante de mi personaje es que tiene las jerarquías cambiadas; lo que es bueno para él, para la generalidad es malo”.
—¿Tú crees que el fin justifica los medios para hacer justicia?
—Depende de qué justicia; muchas preguntas se pueden derivar de ahí. La justicia es lo mejor para la generalidad casi siempre, pero hay sistemas totalitarios como Cuba, donde la gente piensa que lo que pasa está bien porque no conoce otras formas de vida.
Híjole, creo que a veces a grandes problemas, grandes soluciones.
—¿Un asesino serial merece la muerte?
—En un país donde la ley funciona y el sistema es funcional puede llegar a aplicarse la pena de muerte, pero en un país con corrupción y donde el sistema es muy manejado se vuelve muy peligrosa.
—¿La intervención bélica se justifica si sirve para liberar a un pueblo?
—Eso es lo que está de moda y es una gran mentira muy fácil de descubrir, es totalmente ilógica y obvia.
—El estado totalitario donde se ubica la obra ‘The pillowan’, ¿se parece en algo a México?
—Se parece a muchos países y está de moda regresar a estos sistemas donde pasan cosas sin que nadie haga nada; es una señal peligrosa, porque no se puede detener. La obra es una crítica al abuso de poder y a los “no derechos” representados por los personajes de dos policías.
Kuno se refiere a Tupolski y Ariel (Alejandro Calva y Jorge Zárate), dos detectives que andan tras la pista de tres asesinatos de niños. Su principal sospechoso es Katurian (Erwin Veytia), quien ha escrito cuentos idénticos al modus operandi del asesino.
El hermano de Katurian es Michal, a quien cuida desde que sus padres fueron asesinados. Para entretenerlo, Katurian le platica sus cuentos, uno de los cuales trata sobre The pillowman, un “hombre almohada” que se dedica a convencer a niños de que es mejor morir ahora para no sufrir las penurias que les depara la vida.
—Si ‘The pillowman’ visitara al niño Kuno Becker, que estudiaba violín en Salzburgo, ¿qué le diría?
—No lo sé. Pero yo prefiero vivir el final de la historia de mi vida y aprender de mis errores. No me arrepiento de nada.
—Y, ¿en dónde quedó tu primer violín?
—Ahí lo tengo guardado. Ya no tocó, pero lo conservo.
—Actualmente existen unos 600 Stradivarius…
—Menos eh. Yo creo que muchos menos.
—¿Te gustaría tocar alguno de ellos en particular?
—Cualquier Stradivarius o cualquier Guarnerius sería una joya tocarlo; tienen un sonido espectacular.
—¿Qué música te recuerda el tiempo que viviste en Salzburgo?
—Obviamente, clásica. Es el lugar donde nació Mozart; ahí está la casa donde vivió, hay calles con su nombre, chocolates Mozart. Estudié en el Mozarteum, así que todo lo tenga que ver con Mozart me recuerda mucho a Salzburgo.
—Dicen que Bach es el músico total, que después de él la historia de la música ha sido una repetición constante…
—No es cierto, es un error. Bach fue uno de los grandes genios como pianista y compositor, y lo admiro. De hecho, yo toque un concierto para dos violines en re mayor y me gustó.
—¿Alguna vez tocaste el concierto para violín de Tchaikovski?
—Te equivocas: no es para violín, es para piano.
—Tchaikovski compuso uno para violín que es muy popular; es el único que escribió para ese instrumento.
—No, te equivocas. Yo solamente conozco el número uno para violas y chelo, que es mi favorito. Info Eluniversal.

Deja tu opinión sobre este actor que se viene abriendo un muy buen camino en el mundo del cine subiendo un escalón por vez y con un perfil bajo que lo muestra como una humilde gran estrella de la gran pantalla!