SARCOZY Y BRUNI COGIDO POR LA CAMISA.
0:36Siempre se ha dicho que París es la meca de la moda y tiene gracia que en la toma de investidura del presidente Sarkozy su ex mujer Cecilia acudiera al acto más mediático del año con un vestido rosa palo de Prada y complementos a juego. Lo de Cecilia debió ser su particular forma de darle una patada en la espinilla al hombre que limpiaba sus mejillas de lágrimas minutos después de tomar posesión de su cargo. Entonces se pensó que las lágrimas de Cecilia eran por la emoción del momento pero ahora, visto cómo acabó todo, vaya usted a saber si lloró por lo que ya sabía se estaba cociendo en su casa. Como dijo Diana de Gales en su momento, «éramos tres en mi matrimonio, una multitud». Cecilia no ha dicho todavía ni pío pero ese Prada fue más que un gesto de rebeldía, un aviso a navegantes de que Italia estaba más cerca de lo que firmaban las costuras de su modelo.
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