“Hacer reír no es fácil”, dijo Liondy Ozoria, un nuevo humorista que se suma a la parrilla televisiva, con la variante de emplear la técnica de hablar a través del vientre, tratando de evitar las gesticulaciones.

Ozoria descubrió esta capacidad en el año 1999. Sin embargo, hace cuatro años pensó que sería una buena idea vivir del humor con esto, y desde esa fecha lo ha convertido en su modus vivendi.

Con una apariencia que delata cierta dosis de aire conservador y quizá timidez, Ozoria señala que cuando está frente a un público, en él estalla inmediatamente el impulso de divertir a la gente.

“El humor debe ser un poco más elaborado, más inteligente”, reconoce el humorista para referirse a aquel humor que disfraza a hombres de mujeres, o que excede los niveles de vulgaridad.

El humor de Ozoria ha llegado al programa ‘¡Qué noche!’, de Roberto Pastrano y también a ‘Divertido con Jochy’. En cada show se preocupa por hacer reír al público con una rutina personalizada y diferente.

“Trato de no divertir con chistes entaponados y tampoco vulgares ni ofensivos. Puede ser que encuentres doble sentido, pero no vulgaridad; indirectas, pero no directas. Puedo insinuar cosas de manera que se comprendan y puedan provocar la risa en el televidente, dándole mayor imaginación”, dijo.

Ozoria recurre a una temática sociopolítica para su humor. óeñeco y Don Chichí son los dos personajes a los que Ozoria les da vida. “Lo de óeñeco es más chercha que otra cosa, sin meterse con temas que lo calienten”. Es un mono muy atrevido, que se queja y se enamora mucho, a quien le gusta ofender con frecuencia”.

“No soy zurdo, soy derecho”, es lo que responde Don Chichí, un señor sordo. Es el rosca izquierda al que le gusta hablar de política y dice las cosas tal como las entiende. “No las dice porque quiere decirlas, sino porque es como las entiende”.

Liondy Ozoria apostó a manifestar y creer en otro tipo de humor, reconociendo que se vive en un país donde la risa se ha convertido en un modo de vida.

EL HUMOR VISTO DESDE OTRA PERSPECTIVA
“Mi norte con la ventriloquía es dar a conocer a la gente que aquí hay talento y un nuevo humor por ofrecer”, expresa Ozoria.

“Lamentablemente, todavía no comprendemos que el humor no es pararse como Los Tres Chiflados y dar saltos y pelear. El humor es algo más complejo. No es fácil hacer reír”, dijo.

Ozoria ofrece shows privados, además de la televisión.

Una de las características de sus presentaciones es la interacción con el público, al hacerlo partícipe del espectáculo.

Para el humorista, uno de los trucos que utiliza es la información actualizada. “Siempre se ocultan cosas, y la gente quiere escucharlas.

Con mis personajes se dan pinceladas de lo que la gente quiere escuchar”. Sin embargo, con cierta picardía en sus palabras, Ozoria deja claro que es responsabilidad de Don Chichí y Ñeñeco lo que expresan.