En Hollywood, muchas bodas son de película. Después de anunciar que la suya sería más grande que la del príncipe William y Kate Middleton, Kim Kardashian se casó el 20 de agosto, y ayer, a los 72 días de casada, anunció su divorcio de Kris Humpries, jugador de New Jersey Nets.

Solo bastó que la pareja decidiera amarse hasta que la muerte los separe para que surgieran los rumores de una crisis matrimonial.

Los titulares dejaban mal parada a la joven pareja de esposos, en especial a Kim. Su marido, el jugador de baloncesto, prefería irse de fiesta sin ella.

Pero también se comentaba que Kris no estaba acostumbrado a vivir junto a una mujer cuya vida giraba entre cámaras y luces, lo propio de una socialité.

Sus palabras
Ayer se confirmó el divorcio del matrimonio a vapor. Ella argumentó diferencias irreconciliables, publicó la agencia AP.

“Espero que todo el mundo comprenda que esta no fue una decisión fácil”, afirmó en un comunicado la estrella del programa “Keeping Up With the Kardashians”.

“Esperaba que este matrimonio fuera para siempre, pero a veces las cosas no salen como uno las ha planeado”, agregó.

Humphries dijo que estaba “devastado” por la noticia y que estaba dispuesto “hacer todo lo necesario para que se reconciliaran”.

Fue a los tres meses de noviazgo cuando Kardashian y Humpries decidieron casarse en una ceremonia de 10 millones de dólares.

Los rumores de embarazo y los de separación señalaron a la pareja durante las últimas semanas.

Hace pocos días, Kim aseguró que su matrimonio no era el ideal y atribuyó las dificultades a la presión de los medios, y su hermana Kloe también intervino con esa opinión.

COMENTARIO.
Ya sea por amor, locura, pasión descontrolada o mera construcción mediática, son varios los matrimonios fugaces en Hollywood y el mundo de la farándula.

El más sorprendente e irreal de todos fue el de Britney Spears y Jason Alexander. Ambos se casaron en el 2004 bajo los efectos de la ciudad de Las Vegas y dos días después repararon en la locura que habían cometido.

El actor Bradley Cooper le propuso matrimonio a Jennifer Espósito para a los cuatro meses divorciarse por acuerdo mutuo y “diferencias irreconciliables”.

Los famosos viven las mismas situaciones que los demás. Sin embargo, son personajes y solo a ellos se les cree y se les acepta un divorcio a pocos meses de firmar su amor.