Aunque fueron marido y mujer por sólo unas semanas, Kris Humphries y Kim Kardashian ya sonaban como una pareja que lleva mucho tiempo de casados.

“¿Cómo voy a seguir con mi carrera y vivir en Minnesota?”, preguntaba Kardashian al jugador de la NBA en una escena de su programa televisivo para E!, Kourtney and Kim Take New York. “Bebé”, contestaba él, “para cuando tengas niños y estén en la escuela, nadie se acordará de ti”.

Bajo cualquier otra circunstancia, su dilema respecto a dónde los llevaría la carrera del atleta parece haber sido escrita como parte del drama de un programa de telerrealidad. Pero no mucho después de haber sido grabado este episodio, Kardashian le pidió el divorcio a Humphries. Ahora, dicho intercambio verbal sirve como pista para saber lo qué andaba mal entre ellos.

La presión por grabar el programa, estar bajo la mirada de los medios, manejar las diferencias en medio de muchos compromisos y agendas bastante ocupadas, al parecer, contribuyeron al fracaso de su matrimonio de 72 días. Su Luna de Miel resultó muy breve, pues Kardashian debía comenzar a filmar su programa, y de inmediato comenzaron a verse cada uno solo.

La autoproclamada workaholic, viajaba constantemente durante su matrimonio, hecho que explica porqué su familia no tuvo realmente una oportunidad para conectar con Humphries y verlos como pareja.

Incluso el sábado pasado, en una fiesta de Halloween celebrada en Nueva York, Kardashian apareció sola y dijo que “no importa lo que hagamos, siempre habrá rumores. Eso solía molestarme, pero ahora no pienso en eso”. Dos días después, finalizó este, su segundo matrimonio. El primero fue con el productor musical Damon Thomas, con quien estuvo casada del 2003 al 2007.