Después de dar a luz a su hijo la actriz y cantante Jessica Simpson necesita bajar unas cuantas libras pues se siente inconforme con su cuerpo. 

La chica desea regresar a trabajar muy pronto y comenta que no la van a aceptar si sigue pesando tanto como ahora. Jessica Simpson tiene toda la intención de bajar de peso, sobre todo ahora que ya no está embarazada.

Desde que anunció que esperaba su primer hijo a lado de su prometido Eric Johnson, Simpson ha estado en el ojo del huracán debido al peso que ganó y esto le produjo estrés y preocupación a la artista que estaba acostumbrada a tener un cuerpo envidiable.Lo bueno es que su frustración no debe ser tanta como ella demuestra pues la chica tiene un contrato por 4 millones de dólares con la compañía Weight Watchers  para lograr su objetivo, así que de seguro lo logrará muy pronto.

El proyecto será regresar a su peso en los 50 kilos, ahora que pesa 90, con ejercicio y alimentación adecuada, de lograrlo, ganará esa cantidad de dinero para ser la imagen de la empresa de nutrición.