‘Estaré en la radio hasta que muera’

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En su familia no hubo ningun miembro que se dedicara a la locución o a los medios. Su amor por la radio nació a los siete años, viviendo cerca de La Voz Dominicana, cuando veía entrar y salir a los locutores de la estación.

Es lo primero que le viene a la memoria a José Luis Santos, mejor conocido como Jochy, cuando hurga en sus recuerdos de cómo nació su interés por los medios de comunicación.
Desde que era un adolescente se convirtió en un radioaficionado, oía todas las estaciones de radio, incluidas las de onda corta. “Tenía mi radio grande y seguía La Voz de Estados Unidos, emisoras de Cuba, España y Alemania”, recordó.

A los 18 años (1972) se le presentó la primera oportunidad de hacer una prueba como locutor en radio Tricolor (1440 AM), propiedad de Hugo Hernández Llevería, a quien le renunciaron todos los locutores, y Jochy fue para que lo probaran y lo dejaron trabajando. “Nunca estudié locución, ni fui a una escuela a estudiar la carrera. Soy un autodidacta de la locución”, confesó.

Así llegó a la radio y trabajó en varias emisoras como en radio ABC, radio Continental y La Voz del Trópico, entre otras.

De principios de los años 80, guarda el grato recuerdo de haber trabajado con el afamado locutor Manuel Ruiz Bastardo en radio Central. En 1985 entra a trabajar con Carlos T. Martínez en “Panorama farandulero”.

Este espacio era muy escuchado por Freddy Beras Goico, quien llama a Jochy para que formara parte del equipo de producción del programa de televisión “De noche”, que tenía junto a Yaqui Núñez del Risco por Color Visión.

“En ese programa trabajé junto a Socorro Castellanos, Huchi Lora, y allí empecé a interesarme por la televisión”.

En 1987 llega por primera vez a la televisión junto a J. Eduardo Martínez con el innovador espacio “El show de la noche”, a las 11:00 p.m. por Teleantillas. “Con este programa, rompimos esquemas; porque éramos dos desconocidos que se atrevieron a entrar a un horario que supuestamente no era rentable”.

Para el 1991 el programa había cumplido su ciclo y salieron del aire. Entonces, entra a “El show del mediodía”. “Fue un reto muy grande, porque Yaqui Núñez del Risco y Daniel Díaz Alejo habían salido, y la gente no tenía muchas expectativas conmigo, pero gracias a Dios duré 10 años en ‘El show...”.

Su pegada fue tal que se convirtió en el presentador del momento y llegó a conducir varios espacios en la semana como “Friendo y comiendo”, “El show del mediodía”, “Cuentos y cantos”, y, junto a Domingo Bautista, condujo “El colmadón”, de “El gordo de la semana”.
En medio de tantos compromisos, llegó la oportunidad, en 1999, de tener su propio espacio televisivo: “Divertido”. Antes, ya cosechaba éxito en la radio en “Botando el golpe”, que luego pasó a llamarse “El mismo golpe” por Zol 106.5 FM.

 ‘Soy un adicto a mi familia’
Jochy Santos es un hombre muy organizado, y así ha sido en el desarrollo de toda  su vida. Tuvo la suerte de nacer en el seno de una familia de clase media en la capital dominicana (1954) y llevar una vida sin contratiempos hasta convertirse en un hombre exitoso de la radio y la televisión.

El crecer en un hogar marcado por los valores morales, en que el respeto a sus padres, Luis Santos y Alida Marte, estaba por encima de todo, moldeó su carácter y personalidad.
La actitud alegre y de hombre de pueblo que tiene la obtuvo en la universidad de la vida. El pasado miércoles, 6 de junio, Jochy cumplió 58 años, y al echar una mirada hacia atrás podría concluirse que ha tenido una vida plena.

Es el segundo de cuatro hermanos (Alpha, Jochy, Carlos y Helder). Como primer varón de sus padres, fue un niño que gozó de muchos mimos, en especial de parte de sus abuelos paternos.

Su infancia se desarrolló en el barrio San Juan Bosco y para la caída de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo contaba con siete años de edad, así que no guarda muchos recuerdos de esa época de dictadura que vivió el país.

Lo que sí recuerda es que, viviendo cerca de La Voz Dominicana, veía el desfile de artistas cuando se celebraba  la semana aniversario.

“Mi familia nunca se ha involucrado en política”, afirma durante el Encuentro Artístico . Y como muchas otras familias, asumió una actitud pasiva frente a la dictadura. “Por eso mi niñez transcurrió muy tranquila, sin que nada me inquietara”, recordó.

Para la revolución de 1965 y la intervención norteamericana, Jochy contaba con 11 años de edad. En su memoria está ese sábado al mediodía cuando José Francisco Peña Gómez llegó a La Voz Dominicana con un contingente de seguidores que vio cruzar por su casa. Es lo poco que recuerda de esos días agitados. Ah, y que ese día tenía parotiditis (mejor conocida papera).

Quiso ser cura
Jochy estudió en el colegio Don Bosco y se consideró un estudiante promedio. Con la formación de los padres salesianos, hasta tuvo el deseo de ser cura, ya que fue monaguillo y tenía que ir a misa todos los domingos. El sacerdote le firmaba un carné en el que se certificaba su presencia en la misa. De no llevarlo firmado, no podría entrar a clases al día siguiente.

En su mente no hay registrada alguna travesura de muchacho que marcara su vida, pero sí contó que su papá, cuando iba a darle una pela a alguno de sus hermanos, les daba a los cuatro.

“Lo que vi en mi casa fue matrimonio estable. Mis padres tienen más de 60 años de casados y nos transmitieron ese amor y una educación basada en los valores; o sea, cuando tienes esa formación  y ese ejemplo de alguna manera tiene que llegarte eso por más que quieras hacer vida en la calle”.

Su primer amor recuerda que fue a los 15 años. Siempre muy reservado, Jochy no quiso revelar el nombre, porque ya es una mujer casada.

A medida que iba creciendo, Jochy se relacionaba con jóvenes de otros barrios aledaños. Los domingos bajaba al Malecón, donde compartía cervezas con los amigos. Recuerda que fue ahí que empezaron sus vivencias en la calle, a nutrirse de la sapiencia del pueblo, pero sin apartarse de la formación de su hogar.

“He sido un hombre contentoso. No soy un playboy, hasta llegó un momento que quise ser cura. Tenía muchos amigos y con ellos empecé a tener más tigueraje de la calle. Hay algo que me ha ayudado mucho en mis años de carrera y es tener la vivencia de la calle, pero respaldada con una formación cultural, más sumado a los valores que adquiriste en tu casa, esa combinación me ha servido de mucho”, dice.

La vida productiva
Cuando terminó el bachillerato, entró a estudiar mercadeo en Apec, que para ese entonces se llamaba Instituto de Estudios Superiores. A finales de los 70, ya Jochy hacía sus pininos en la radio y alternaba los estudios con esa actividad, hasta que consiguió su primer empleo como vendedor en una empresa naviera E. T. Heinsen.

“Había un estigma que el locutor no tenía una posición social importante. Se tenía la percepción de que el locutor vivía de fiesta en fiesta bebiendo romo, pero cuando te gusta una cosa, eso es lo más grande, y cuando estaba en la universidad,  era pensando en la radio, y salía y entraba de la radio y trabajé en diferentes emisoras”, detalla.

A los 28 años (1982) Jochy contrajo matrimonio con su esposa Luisa Saldaña. Ella era su segunda novia formal. “Tuve otras novias. Con Luisa tuve mi segundo noviazgo en serio; es decir, de pedir mano e ir a su casa. La conocí cuando trabajaba como vendedor. Ella era secretaria de una de las empresas que visitaba. Comenzamos a conocernos hasta que nos casamos”.

En ese entonces, Jochy se había graduado de técnico en Mercadeo en Apec y  se encontraba haciendo la licenciatura en la Universidad Pedro Henríquez Ureña.  Al adquirir el compromiso de ser cabeza de una familia Jochy tiene que tomar más en serio la productividad y buscar la manera de llevar más ingresos a su nuevo hogar. Con los años llegaron los hijos y las nietas. Actualmente Jochy se considera un hombre bendecido por tener una hermosa familia y un trabajo que disfruta.
Todos los domingos departe con sus padres y su familia, siendo uno de sus momentos más sagrados.

Una vida hogareña
Existe una gran diferencia entre el Jochy Santos de la radio y el que llega a su casa después de las nueve de la noche. El comunicador no es dado a visitar restaurantes, cine, discotecas o bares. Trabaja de lunes a sábado. Y de lunes a viernes su labor es  hasta las 9:00 de la noche.

Después del programa “El mismo golpe”, llega a su casa, se baña y cena; y luego revisa la Internet, ve una película o se dedica a leer. Generalmente va a la cama a la medianoche y se levanta todos los días a las 6.00 de la mañana.

Muy temprano lee todos los periódicos de circulación nacional. “Desde ese momento comienzo a trabajar. Leo  todas las secciones de los periódicos porque para hacer un programa como ‘El mismo golpe’ tengo que estar bien informado”, expresa.

Luego de estar bien informado y de tomar anotaciones para su programa de radio, a las 9:00 de la mañana se va al Mirador Sur a montar bicicleta durante una hora. Luego toma un buen baño, desayuna algo ligero y se va a la oficina. Allí comanda a un personal de 45 personas. Es aquí en donde se produce “Divertido con Jochy”, que se transmite los sábados por Telesistema. Y se cuadra el programa de radio, por Zol 106.5.

De 1:30 a 2:00 de la tarde regresa a su casa. Almuerza, y alrededor de las 3:00 realiza su religiosa siesta hasta las 4:00 de la tarde.

“Duermo todas las tarde y me pongo mi pijama, apago las luces y duermo como Dios manda. Cuando me levanto ya me arreglo para ir al programa que comienza a las 5:00 de la tarde”. Para Jochy, “El mismo golpe” es un desahogo, ya que lo que prima en el  es la diversión y la risa. ¿Cómo nace esa risa?, se le pregunta. A lo que responde: “Así es que yo me río. La gente no me cree, pero esa es mi risa natural. Me he encontrado con gente que me dicen: ríete un chin como lo hace en el programa y me sorprendo porque la gente no cree que esa es mi risa de verdad”.

Jochy no es dado a molestarse, pero reconoce que sabe asumir una actitud responsable cuando tiene que llamarle la atención a alguien. “Para comandar a un personal de 45 personas, hay que tener carácter. No soy dado a ofender a la gente ni gritarle, no estoy diseñado para decir improperios o malas palabras cuando me enojo”.

Si existe algo que le molesta, es incumplimiento y la irresponsabilidad en el trabajo. “A mí me gusta que las cosas salgan de manera natural y así ha pasado en el programa de radio. Todo sale muy natural, pero prevalece la responsabilidad”.

SE CUIDA DE LOS ESCÁNDALOS
CUIDADOSO:
Jochy no asume posiciones públicas que puedan generar escándalos. No es dado a las controversias públicas.
Carlos T. Martínez y Luisín Jiménez fueron dos personas con quienes tuvo desacuerdos, pero fueron superados. Aseguró que nunca ha tenido problemas con J. Eduardo Martínez.

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