Un fiscal pidió el jueves al jurado que declare culpable al doctor Conrad Murray por homicidio involuntario ante lo que llamó “el obsceno experimento” que mató a Michael Jackson.

Durante la presentación de los argumentos finales en el juicio de casi seis semanas, David Walgren dijo que Murray, más que un doctor, era un empleado del cantante. Murray le ofrecía un servicio: administrar el peligroso anestésico propofol toda la noche, cada noche, en su habitación.

Walgren planteó que cuando Jackson dejó de respirar, el 25 de junio de 2009, Murray se demoró en llamar al 911 para manipular la escena del crimen. “Conrad Murray optó por no llamar al 911 porque tenía otros asuntos en mente”, dijo a los siete hombres y cinco mujeres que componen el jurado.

En la sala del tribunal, la madre del cantante, Katherine Jackson, y su hermana La Toya, se limpiaban las lágrimas del rostro mientras Walgren exponía el impacto emocional que tuvo su muerte en sus tres hijos.

Por su parte, el abogado de la defensa de Murray, Ed Chernoff, alegó que la fiscalía construyó un caso criminal sin verdadera evidencia de un crimen, y luego trataron de agravar las circunstancias porque la víctima era una gran celebridad. Afirmó que había una amplia evidencia de que Jackson se auto administró dosis adicionales de propofol y del sedante lorazepam. “Si van a responsabilizar a Murray, no lo hagan por tratarse de Michael Jackson”, dijo al jurado.

El veredicto podría tenerse hoy viernes.